Coleccionista de miradas.

Es muy común preguntar, "que es lo primero que le ves a la persona del sexo opuesto?". Mi respuesta: la mirada. No. No me importa el color de los ojos, me interesa la mirada. Me encanta que sean capaces de sostenerme la mirada sin lograr que me sienta incomoda. Me encanta sentirme observada, que las personas se den cuenta de que soy sin que yo se los tenga que decir. Me encantan las miradas. Por eso me considero una "coleccionista de miradas", porque puedo clasificar a la gente por la manera en que miran. La tímida. La resentida. La que se quiere hacer la mala. La enamorada. La babosa. La tierna. La loca. La sexy. La provocadora. Pero la que mas mas me gusta, es la natural. Porque aunque no lo crean, muchas veces forzamos la mirada para parecer algo que no somos o no sentimos, pero la mirada natural jamas miente. Es muy raro que una persona pueda mentir cuando estas mirándola a los ojos, millones de poetas escribieron la magia que hay en hablar con la mirada y sin palabras. Las miradas son mágicas de verdad. Jamas vas a encontrar una persona que no tenga ganas de mirar. Afortunadamente, al comenzar mi Ciclo Introductorio en la carrera de Comunicación Social tuve la suerte de encontrarme con una compañera (que estoy segura que va a llegar a ser una de mis mejores amigas) que carece del sentido de la vista. Es absolutamente sorprendente la capacidad que tiene esa mujer de mirar sin tener la necesidad de ver. Ella sabe mi nombre y reconoce mi voz! Y sabe mi aspecto físico solo por la forma en que hablo y por las pocas veces que la llevo del brazo. Es algo que jamas lograríamos hacer ni con mil años de intentarlo. Ella mira, reconoce y analiza sin la necesidad de ver a la persona que tiene al lado de ella. Ella es una de las pocas personas que conozco que logra mirar de verdad a la gente, tiene el don de no necesitar conocer a la gente por su aspecto físico, ella no dictamina si alguien es lindo o feo, ella solo se basa en su forma de ser. Ojala algún día nosotros entendamos cual es el mecanismo de esa clase de gente, y aprendamos aunque sea minimamente a "mirar sin ver".